Es la hora de hacer las tareas domésticas y una mamá recoge a sus cinco niños (Juanito, Sofía, Tomasito y los dos gemelos Santiago y Federico) para hablar de su trabajo.

Mamá:  Juanito, ¿quién recogió los platos y quién los lavó?
Juanito: Yo recogí los platos. Sofía, ¿lavaste tú los platos?
Sofía: ¡Mentira! ¡Tú no recogiste los platos, yo recogí los platos!
Tomasito: Sí, Sofía recogió los platos y yo los lavé.
Mamá: Bueno, ¿quién barrió el piso?
Juanito: Yo lo barrí.
Tomasito: No, yo lo barrí.
Mamá: Bien, tranquilos. ¿Quién recogió la ropa y quién la lavó?
Juanito: Los gemelos recogieron la ropa y yo la lavé.
Los gemelos: ¡Mentira! ¡Nosotros recogimos las camisas y nosotros las lavamos también!
Mamá: Bueno, ustedes recogieron y lavaron la ropa. ¿Y Juanito?
Los gemelos: Juanito no recogió ni lavó nada.
Mamá: Niños, no vamos a criticar a Juanito. Juanito solamente tiene cinco años, no va a hacer tareas domésticas todavía.

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