Los latinoamericanos tienen una reputación de ser impuntuales. ¿Es verdad? ¿Realmente lo son? Es conveniente hacer una primera distinción entre las normas sociales y el trabajo. Llegar tarde al trabajo está muy mal visto ; de manera similar, llegar tarde a una cita de negocios no es aceptable. Tampoco es bien visto llegar tarde a una cita con el doctor o a las clases.
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La percepción del tiempo cambia mucho cuando se hacen actividades sociales, especialmente si son entre amigos. Si un grupo de amigos decide encontrarse en la casa de alguno de ellos para salir a la discoteca un sábado por la noche, la hora del encuentro es tan sólo una referencia. Por ejemplo, si deciden encontrase a las 10 p.m., no es extraño que alguien llegue una hora y media más tarde, a las 11:30 p.m.
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Si el evento social es más formal, por ejemplo, una cena en la casa de los papás de un amigo, entonces llegar media hora tarde es aceptable. Si la cena es con amigos íntimos, la espera puede ser más larga. ¡No se van a ofender si llegan una hora más tarde de la pactada!
Por último, en los eventos formales sólo se indica la hora de llegada, ¡nunca la hora de salida! Se considera de mal gusto decirle a un invitado cuando debe irse.
